Muchos Oficiales, Supervisores y pastores de diferentes países se unieron a este viaje misionero, dejando por varios días e incluso meses sus tierras, con el fin de entregar el mensaje de salvación a cada persona y familia que necesitaba ser restaurado por Dios.

A través del Supervisor en Asia, Rvdo. Samuel Mejía y con el apoyo del Supervisor Nacional en India, Sam Jacob, se compartió la palabra de Dios en esta preciosa Confraternidad Regional, donde nuestros hermanos fueron fortalecidos por el consejo impartido.

El trabajo misionero implica la renuncia a uno mismo, por amor a las almas que aún no han escuchado la palabra de esperanza. En estos tiempos, se necesitan hombres y mujeres que estén dispuestos a ir por aquellos campos blancos. ¿Estás listo?, para decir: ¡Heme aquí, envíame a mí!