"Yo no sabía qué hacer, los malestares eran horribles y mi respiración era cada vez peor. No podía ver a mi familia y estuve en un cuarto solo para evitar la propagación. Nunca me sentí solo porque mi fe en Dios era más grande que cualquier soledad",

para Clay Bentley, su vida dio un vuelco cuando le notificaron que todo el país estaba orando por su pronta sanidad, incluso las oraciones llegaron hasta el vicepresidente Mike Pence.

El vicepresidente y toda la cámara de gobierno del presidente Trump siempre se muestran comprometidos con la causa cristiana. Por ello, Bentley se sintió complacido cuando el vicepresidente lo llamó para hacerle saber que era parte de sus oraciones. En todo momento Dios estuvo presente, y Bentley así lo confirma.

Según testimonio del paciente, los síntomas son extremadamente fuertes.

"Llegué al hospital con síntomas muy parecidos a la gripe y me dijeron que no era gripe. Me enviaron a casa a guardar cuarentena, pero luego mi estado de salud empeoró por lo que varios días después tuve que regresar al hospital en el que di positivo para coronavirus", añade el paciente.

El enviarlo a casa y su puesta en cuarentena sin cuidados médicos solo empeoró su situación de salud, Bentley pensaba que no sobreviviría. Una de las cosas más emblemáticas que sintió mientras estaba enfermo, era como el líquido le llenaba los pulmones hasta no poder respirar, los médicos parecían desesperanzados. Todo cambió cuando el paciente comenzó a evolucionar favorablemente, hecho que los médicos describieron como un milagro. La recuperación de Bentley fue de repente. El paciente agradece a Dios por sanarlo.

"Pero diré que escuché la voz de Dios dentro de mí. Me dijo que voy a mejorar y me sanaré completamente. Escuché la voz correcta porque fue la voz de Dios. Seguimos el amor si seguimos a Dios", concluye.