• 04 de Febrero, 2019

LA PASIÓN POR LA OBRA MISIONERA

Lo que Dios nos has dado es un don poderoso, especial y divino. Qué enciende corazones, que enciende vidas, que alberga una llama ardiente todo el tiempo.

Anhelamos ser servidores útiles en las manos de Dios, hemos sentido un llamado, hemos tenido un toque nos ha transformado, nos ha dado una visión permanente y pasión constante por la obra misionera. Una encomienda se nos ha dado, mantener en alto la bandera de la santidad, del evangelio de Cristo y la visión Misionera, la cual seguiremos en pie de lucha hasta que Cristo venga.

El servicio a Dios es maravilloso, pero tiene un precio alto que a muchos no les gusta pagar. Trazar una brecha; abrir el camino tiene un importante significado en la vida del misionero, pues se tiene que emprender desde lo más bajo, se pasan momentos difíciles con inicios que requieren una porción doble de esfuerzo, que quizá al inicio no muestre resultados, pero esperando el tiempo de Dios.

Hay circunstancias que nosotros no las entendemos, pero las comprende el Dios de los cielos, no sabemos por qué suceden pero Él conoce cada detalle. No podemos mirar atrás, cuando estamos en el momento de la prueba, sino clamar al Señor y decirle que necesitamos de Él, de su esfuerzo, de su aliento, de su sustento, porque es Él nuestro guiador.

En el servicio de cierre de la Convención Nacional en Bolivia, el Rev.  Clemente Vergara, quien fue el portavoz del Mensaje poderoso del evangelio, citando el texto bíblico en 2da de Timoteo 2:1-2, con el tema “La visión y la obra misionera”

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